viernes, 4 de julio de 2008

Masajes y sesiones neotántricos

Son masajes sensitivos con un fin de espiritualización de la vivencia, y para ello se entrena la percepción de la energía corporal y junto a ella la expansión de la conciencia. El marco explicativo se expresa en términos del Shivaísmo tántrico de Cachemira, si bien los rituales no se siguen por la complejidad devocional y la necesidad de iniciaciones discípulo-maestro para las cuales no estamos preparados en una sesión.
La espiritualización que se promueve se halla en los marcos de la unidad fundamental del universo que enseñan los escritos védicos y todas las corrientes de yoga, sin por ello proponer una adscripción del cliente ni del entrenador hacia esa cosmovisión y mundo ritual devocional. El neotantrismo toma parcialmente las prácticas y las resignifica de un modo occidental, lejos de los paradigmas hinduista o budista.
Este masaje y contactos compartidos generan gran placer y reencuentro personal entre las personas participantes. Es un momento de comunión, igualdad, desnudez y placer compartidos, libre de prejuicios y atentos a la legitimación y aceptación auténtica del otro ser como válido en un espacio íntimo, lleno de sensibilidad y contemplación.
El gradiente de estimulación va desde el trabajo con la respiración y suaves roces hasta el contacto más sensual y genital. En estos casos la formalidad se desarrolla en un marco de desarrollo de la sexualidad, y ella es tomada como trampolín para la espiritualidad plena y la integración de la persona en toda su expresividad.

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